miércoles, 25 de noviembre de 2009

Concepto de verdad

Por Marcela Bustos M.

El concepto de verdad ha sido motivo de discusión y estudio de varias teorías a largo de la historia. Este escrito pretende mostrar algunos aportes desde el Pragmatismo, a través del pensamiento de William James, y las contribuciones de Hans Georg Gadamer, desde la Hermenéutica.

Para el Pragmatismo el único criterio válido para juzgar la verdad de toda doctrina científica, moral o religiosa, se ha de fundar en sus efectos prácticos. De esta manera, la verdad es una propiedad de algunas de nuestras ideas y significa adecuación con la realidad, así como la falsedad significa inadecuación con ella. En términos generales, una idea verdadera debe “copiar” su realidad. La diferencia práctica para William James se resume así: “las ideas verdaderas son las que podemos asimilar, hacer válidas, corroborar y verificar; las ideas falsas son las que no”. 1

La verdad de una idea no es una propiedad estancada, inherente a ella. La verdad acontece a una idea; llega a ser cierta, se hace cierta por los acontecimientos. La verdad es un proceso, un suceso que puede verificarse (veri-ficación) y validarse (valid-ación), y que ocurre cuando los actos y las demás ideas afectan la experiencia con la que hemos sentido, con lo cual se logra que las ideas originales concuerden y las conexiones y transiciones lleguen de modo satisfactorio y armonioso. La verificación puede ser directa o indirecta; un ejemplo de verificación indirecta ocurre cuando asumimos que Japón existe sin haber estado en él porque “todo lo que conocemos nos induce a aceptar esta creencia y nada a rechazarla”. De igual manera, al observar un reloj de péndulo podemos verificar sus partes externas (péndulo, pesas, etc.) y vale tanto como la verificación misma, o sea que no hay necesidad de conocer su funcionamiento interno para corroborar que en realidad es un reloj de péndulo. Después de que un proceso de verdad haya sido verificado a través de la experiencia, pueden existir muchísimos más en proceso de formación.

La verdad tiene que ser susceptible de ser “adecuada” con una realidad, esto es, “copiar” esa realidad. En el ejemplo de la palabra “reloj”, esta hace que se produzca una imagen mental de su mecanismo, que sea un símbolo y sea capaz de adaptarse a la realidad y por ende mantener una verdad. Esta característica ayuda a que el pensamiento sea discursivo, es decir que haya un intercambio de verdades, previamente almacenadas y disponibles, con la condición mutua de que no sean cambiadas, lo que implica pensar y hablar consistentemente.

Para James los pensamientos verdaderos son “inestimables instrumentos de acción” 2 que inciden en la forma como los seres humanos creen en la veracidad de los hechos de su propia historia como especie, donde las ideas verdaderas no se pueden enfrentar directamente con la realidad y solo pueden ser verificadas de modo indirecto por las relaciones entre los hechos presentes y los pasados, que en algún momento fueron verificados por alguien que “copió” las ideas de otro en alguna parte. El valor práctico de las ideas verdaderas se deriva de la importancia práctica de sus objetos o realidades, es decir, cosas del sentido común, pudiendo ser éstos temporalmente útiles, por eso es que almacenamos una gran cantidad de ideas que serán verdaderas en alguna situación y que por el simple hecho de creer en ellas se convierten en algo activo. Una idea “es útil porque es verdadera o es verdadera porque es útil” 3.

De otro lado, el Pragmatismo afirma que las relaciones entre ideas puramente mentales forman otra esfera donde se obtienen creencias verdaderas y falsas; las verdaderas son llamadas definiciones o principios, como el hecho de que 1+1=2. Estas relaciones son perceptivamente obvias y no hay necesidad de verificarlas con los sentidos. Lo “absolutamente” verdadero, lo que ninguna experiencia cambiará es un ideal al que nos imaginamos que llegarán todas nuestras verdades temporales. Las creencias de los hombres en cualquier tiempo forman una experiencia fundada, ya que las creencias son parte de la suma de la experiencia del mundo y son la base para las experiencias siguientes; algunos hechos del pasado como por ejemplo, la astronomía Ptolomeica fueron verdades dentro de unos límites de experiencia y fueron trascendidas por otros teóricos que propusieron otras verdades basadas en nuevas experiencias y verdades previas, lo que nos demuestra que la realidad es experimentable y está en proceso constante de mutación.

Desde el punto de vista de Gadamer, la verdad está estrechamente relacionada con la ciencia, que encuentra su origen en el afán de saber y en el escepticismo de los antiguos griegos, quienes acuñaron el término aletheia que significa desocultación. “Las cosas se mantienen ocultas por naturaleza y el encubrimiento es propio de la acción y del lenguaje humano. Porque el lenguaje humano no expresa sólo la verdad, sino la ficción, la mentira y el engaño”. 4 En este punto se relaciona la verdad con el ser verdadero y con el discurso verdadero, relación que se logra gracias al lenguaje a través de los enunciados, proposiciones o juicios y dentro de éstos la posibilidad de la pregunta. Gadamer afirma que la verdad es juicio.

Esta desocultación de la verdad la hace evidente y la convierte en el sentido del discurso. Cuando nos comunicamos mostramos al otro lo que así está presente para uno y queda disponible para que el otro corrobore lo que damos por verdadero. Entonces la verdad del discurso se manifiesta cuando éste se adecúa a la cosa, aspecto que James también afirma, y que Gadamer define como adaequatio intellectus ad rem. Otro aspecto común con el Pragmatismo es que tiene en cuenta la verificación como una limitación del saber, una comprobación de la ciencia a través de juicios. De este modo, un enunciado que parece verdadero se debe contrastar con una pregunta a la que el enunciado pretende dar respuesta.

Para concluir, se puede afirmar que la verdad es la coincidencia de nuestras ideas con la realidad, basadas en la experiencia previa que ha tenido sus propios procesos de falsedad y de error. Uno de los objetivos del investigador es encontrar nuevas preguntas, poder verlas donde no sea común encontrarlas, develarlas, para así dar lugar a nuevas respuestas.



1 JAMES, William. Pragmatismo. R.B.A. Proyectos Editoriales S.A. Madrid. 1984. Pág. 165

2 Ibid. Pág. 166

3 Ibid. Pág. 167

4 GADAMER, Hans-Georg. Verdad y método. Tomo II Ediciones Suígueme S.A. Salamanca. 1998. Pág. 53

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